PRL en talleres mecánicos

prevención de riesgos laborales en talleres mecánicos
Las muchas y variadas tareas que se llevan a cabo en los talleres mecánicos  generan múltiples riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores. 

Las cifras y la gravedad de los accidentes así lo demuestra: El número de accidentes laborales en los talleres españoles se sitúa el 70% por encima de la media de todos los sectores de actividad **.

A pesar de que los esfuerzos en materia de prevención han reducido significativamente el número de accidentes más fácilmente controlables todavía queda trabajo por hacer para reducir el número de accidentes graves que generan ausencias al trabajo de larga duración.

Las principales enfermedades en los talleres mecánicos son la sordera y las enfermedades asociadas con el movimiento repetitivo, como el síndrome del túnel carpiano y el codo de tenista.

Los riesgos para la salud y la seguridad en talleres mecánicos han sido estudiados y están bien documentados. Los métodos de prevención también. Lo que queda por hacer es conocer en profundidad la existencia de estos riesgos y aplicar los diferentes medios de prevención que se han establecido y que a menudo son medidas simples y sencillas. 

De este modo algunos de los principales riesgos laborales que se dan en este tipo de negocios tienen que ver con:

1).- Operaciones de elevación: 

Una elevación segura puede hacerse aplicando cuidadosamente varias precauciones que los trabajadores deben haber aprendido durante la formación en PRL. Las medidas de seguridad en el uso de puentes elevadores son:

. Que el manejo del equipo se lleve a cabo por personal entrenado para ello
. Que las zonas de trabajo estén delimitadas y libres de obstáculos
. Que el trabajo debajo del elevador se lleve a cabo con casco de seguridad
. Que la carga del elevador sea la correcta (de acuerdo al centro de gravedad, evitando sobrecargas, etc.)
. Que todo lo referente al equipo se revise y se mantenga en los niveles correctos periódicamente para evitar cualquier anomalía de funcionamiento.

2).- Inhalación de gases: Monóxido de carbono
Los gases de escape de los motores de combustión interna contienen monóxido de carbono (presente en todos los gases) es un gas muy tóxico que se adhiere a las células rojas de la sangre y dificulta el transporte de oxígeno a los tejidos.  La intoxicación por monóxido de carbono trae consigo dolores de cabeza, náuseas, vómitos, acúfenos y puede dar lugar a desmayos, coma e incluso muerte por ello debe hacerse todo lo posible para evitar respirarlo. 

El personal debe ser consciente de los peligros de la exposición a esta sustancia, sobre todo cuando los vehículos se encuentran en plataformas de reparación, garajes o instalaciones de lavado con el motor en marcha. Los gases de escape deben ser conducidos al exterior a través de mangueras flexibles y debe asegurarse la ventilación mediante un suministro adecuado de aire fresco. Los dispositivos y calentadores de fueloil deben ser comprobados para garantizar que el monóxido de carbono no penetra en lugares cerrados.

Además, la instalación de detectores de monóxido de carbono es necesaria para conocer en todo momento la calidad del aire y ajustar el flujo de ventilación según sea necesario.

Estos diferentes sistemas de captación y de ventilación deben ser diseñados por un experto.

Al igual que toda la instalación mecánica y eléctrica, los sistemas de ventilación y detectores de monóxido de carbono deben ser inspeccionados y verificados periódicamente, cualquier fallo que podría tener graves consecuencias sobre la salud humana.

3).- Trastornos musculoesqueléticos
El cuerpo no es una máquina y cuando se empujan, levantan o mueven cargas en repetidas ocasiones o cuando se trabaja en posturas incómodas, el cuerpo se resiente. 

En los talleres mecánicos se producen esfuerzos significativos constantemente. El uso excesivo, que se produce cuando se abusa, repetidamente, de posturas que impone una carga de trabajo (la manipulación de ruedas, manipulación de baterías, piezas de coches, cajas de cambios, tubos de escape, puertas, radiadores, paragolpes, lunas, etc., ) además de provocar lesiones contrarresta la capacidad de recuperación del cuerpo. Incluso un gesto tan inocuo como pulsar repetidamente un botón puede provocar una lesión a largo plazo debido a la repetición del mismo gesto.

Cinco son las áreas de trabajo en un taller mecánico que mayores riesgos de trastornos musculoesqueléticos suponen: mecánica debajo del vehículo, la mecánica bajo el capó, la instalación de neumáticos, la carrocería y los trabajos de chapa y pintura del automóvil. 

Además en muchos casos a estos movimientos hay que añadir el uso de herramientas que vibran. En este área, la prevención pasa necesariamente por  trabajar con elementos que faciliten el transporte y la manipulación de cargas como carritos móviles, bancos de trabajo, etc. así como por una correcta formación a los trabajadores sobre las posturas a adoptar.


4).-Mantenimiento y reparación de neumáticos y  trabajo con compresores neumáticos y equipos de aire comprimido
Los trabajadores deben aprender a comprobar presiones e hinchar neumáticos en condiciones de seguridad; Por ejemplo, hay que inspeccionar el desgaste de la banda de rodadura, no sobrepasar la presión máxima y permanecer de pie o de rodillas, a un lado del neumático y con la cara girada mientras se infla. 

Al reparar los neumáticos con compuestos o líquidos inflamables o tóxicos de pegar parches, hay que adoptar precauciones como evitar fuentes de ignición, usar equipos de protección apropiados  y contar con la ventilación adecuada. Con respecto al trabajo con comprensores neumáticos y equipos de aire comprimido, los talleres mecánicos deben establecer prácticas de trabajo específicas. Por ejemplo, las mangueras deben emplearse sólo para inflar neumáticos y para servicios auxiliares, de lubricación, y de mantenimiento. 

Los trabajadores deben ser conscientes del riesgo de someter a presión depósitos de combustible, bocinas neumáticas, depósitos de agua y otros recipientes no diseñados para contener aire comprimido.

5).-Los trabajos de pintura son otro foco de riesgos graves para la salud. 

Para aumentar la resistencia de la pintura del automóvil y mejorar el acabado, los fabricantes le añaden isocianatos, sustancias químicas sin olor bajo condiciones de uso normales, pero que sin embargo irritan la piel, ojos y los principales conductos y estructuras del tracto respiratorio. Activadores, catalizadores, endurecedores, imprimaciones y barnices, todos contienen isocianatos. Se cuelan en los pulmones durante la preparación, mezcla y pintura por tanto, es esencial protegerse con los equipos apropiados especialmente en la respiración ya que incluso pequeñas cantidades pueden desencadenar una reacción alérgica. 

Máscaras de aire que proporcionen aire fresco de forma continua, gafas de protección si se opta por media máscara, trabajar con ropa de trabajo que cubra todo el cuerpo y guantes son algunas de las principales medidas a adoptar además de lavarse las manos después de la manipulación de la pintura.

prevención de riesgos laborales en talleres mecánicos

Asimismo, la cabina de pintura debe cumplir con una serie de requisitos como disponer de un sistema de aireación convenientemente filtrado para la extracción de las pulverizaciones de pintura y de un sistema de aportación de calor para su curado (horno) así como de aire a presión convenientemente filtrado para la pulverización de productos.

Como vemos, las áreas y riesgos a tener en cuenta en materia de prevención de riesgos laborales son muchos y variados. 

En este artículo hemos mencionado sólo algunos de los principales pero a éstos deberíamos añadir una larga lista de riesgos por exposición al ruido, caídas, dermatitis por manipulación de productos, incendio, exposición biológica… por lo que sin duda una correcta aplicación de un plan de PRL es fundamental para evitar accidentes en talleres mecánicos un lugar que tal y como demuestran las cifras presenta una mayor siniestralidad.

**Así lo afirma un estudio elaborado por la patronal madrileña Asetra.