Clientes enfadados: Un mal subestimado (empleados atención al público, departamentos reclamaciones, etc..)

Prevención de Riesgos Laborales y Trabajos de Atención al Público

A priori, una sala de espera, un comercio, una recepción o un espacio físico destinado a atención al cliente, etc.. no son entornos de trabajo peligrosos (no hay maquinaria peligrosa, exposición a sustancias químicas, etc...) pero sí puede convertirse en un entorno hostil desde el punto de vista psicosocial para aquellos empleados que, como consecuencia de su puesto de trabajo, deben enfrentarse a clientes insatisfechos.


El tener que enfrentarse cada día a situaciones de violencia verbal, psicológica o incluso física deja huellas y lo peor de todo es que a menudo se subestima el peligro de exponerse de forma frecuente a este tipo de situaciones.

En la práctica son muchos los empleados que se enfrentan a diario a quejas, reclamaciones, conductas agresivas, etc.. ya sean verbales, físicas o psicológicas. 

La violencia deja huella. 

Los trabajadores agredidos se enfrentan a una situación de estrés elevada con todas las consecuencias que ello tiene para la salud. Además, estas consecuencias psicológicas afectan al trabajo: menor concentración, motivación y grado de implicación lo que lleva a una menor productividad y a un aumento del absentismo.

La capacidad y el grado de "violencia" que cada empleado puede percibir y soportar sin que le afecte negativamente es muy variable. Para algunos, la violencia verbal es parte de su trabajo, por ejemplo un revisor de tickets que tenga que enfrentarse a diario a quienes no han pagado un billete  o un guardia urbano a quienes se quejan aquellos que deben pagar una multa. Otras víctimas de la violencia en el puesto de trabajo se sienten atrapadas entre su situación y la idea de que si no soportan este tipo de situaciones, no están hechas para la profesión elegida y por tanto el tema violencia en el trabajo puede ser un tema "tabú".

El primer paso para reducir o detener la violencia a la que se enfrentan quienes trabajan cara al público corresponde a un tema de conciencia pública. Todo ciudadano debería darse cuenta de que la violencia que se muestra hacia un empleado como consecuencia de una queja, incidencia, etc... es  inadecuada y deben usarse los procedimientos que corresponda sin convertir esa queja en algo personal.

En cuanto al lugar de trabajo, la conciencia debe partir del empleado  hacia el empleador a través de los mandos medios y reportando toda información que en el futuro pueda ayudar a reducir o eliminar los motivos que originan las quejas o reclamaciones.

Más allá de la concienciación hay otras medidas que deben tenerse en cuenta en la Prevención de Riesgos Laborales Psicosociales derivados de trabajos de atención al público, entre las que destacan las siguientes:


Formar al empleado y asegurarse de que tiene un amplio conocimiento de los procedimientos de actuación ante situaciones conflictivas proporcionando una formación adecuada al puesto de trabajo y destinada a saber gestionar y afrontar mejor las situaciones a la que está expuesto.

Adoptar medidas para salvaguardar la seguridad de los trabajadores además de todas aquellas medidas destinadas a evitar o reducir situaciones de tensión o conflictos (tiempos de espera, errores, etc.. )

Dotar de los medios o autonomía necesaria para la toma de decisiones por parte del empleado de forma que se facilite la resolución de conflictos.

Evitar picos de trabajo (prisas, fatiga en el trabajador, saturación mental, etc..) y una cargo de trabajo excesiva que deriven en una falta de atención al cliente que pueda originar conflicto.





Prevención de Riesgos Laborales durante la lactancia

prevención de riesgos laborales y lactancia materna

La reincorporación al puesto de trabajo de la mujer tras la maternidad es un tema que merece especial atención desde el punto de vista de prevención de riesgos laborales y salud.


Muchas madres se enfrentan a problemas en la compatibilidad de su actividad laboral con el tiempo que se debe destinar a la lactancia. No sólo es una cuestión de tiempo, también hay que tener en cuenta la posible toxicidad que puede generar el trabajo hacia la leche materna (por ejemplo el estrés).

En este sentido cabe diferenciar entre diversos factores de riesgo y cómo influyen durante el periodo de lactancia.

Agentes Ergonómicos:

Los trabajos con carga física si bien deben ser consideraros desde la perspectiva general de Prevención de Riesgos Laborales (movimientos, posturas, desplazamientos, manipulación de cargas, etc...) no constituyen un peligro específico y no han demostrado ocasionar alteraciones en la lactancia natural.

Agentes Físicos:

En cuanto a determinados agentes físicos, depende. Hay algunos factores que sí influyen directamente en la lactancia y otros sobre los que deben tomarse precauciones pero no presentan mayor riesgo para las trabajadoras lactantes que para el resto de trabajadoras.

Por ejemplo, la mujer en periodo de lactancia debe evitar el trabajar en zonas con radiaciones ionizantes (radiaciones eletromagnéticas, microondas, ultrasonidos, etc...) si bien no se ha demostrado que este tipo de radiaciones afecten a la lactancia.

Con respecto al resto de agentes físicos en términos generales se recomienda evitar la exposición al ruido, choques, vibraciones o movimientos si bien no existen publicaciones que indiquen que este tipo de agentes suponen un mayor riesgo para la mujer lactante.

El calor y el frío extremo, sí son factores que pueden alterar la producción de leche. En especial en el caso del frío extremo, la Directiva 92/85 de la CEE  determina que es un elemento ante el que la mujer lactante debe abandonar el puesto de trabajo.


Agentes Químicos: 

Son varios los agentes químicos que afectan de forma directa o indirecta, por ello cabe diferenciar entre "sustancias que pueden influir negativamente" y sustancias que deben evitarse.

Pueden influir negativamente durante la lactancia:
.Sustancias etiquetadas como H351,H350,H340,H361f,H361D1d y h361fd 
.Cancerígenos según anexos I y III del RD 665/1997
.Mercurio y derivados
.Medicamentos antimióticos (citotóxicos)
.Monóxido de carbono
. Agentes químicos varios entre los que figuran pesticidas y disolventes.

Deben evitarse durante la lactancia
.Sustancias etiquetadas como H362
.Sustancias Cancerígenas y mutágenas según tabla 2 del documento sobre límites de exposición profesional para agentes químicos en España (INSHT)
.Plomo y derivados

En la práctica cualquier mujer que trabaje en contacto con estos tipos de sustancias debería ser apartada de dicho contacto durante el tiempo que dure la lactancia.

Agentes Biológicos:
Pueden influir negativamente durante la lactancia los establecidos como puntos de riesgo 2,3 y 4 en el RD 664/1997 del 12 de Mayo.

Agentes Psicosociales: 

.Los trabajos a turnos y el trabajo nocturno no son directamente un riesgo para la lactancia pero sí influyen y repercuten en la misma, en especial en cuanto a lo que se refiere a la conciliación entre horarios de trabajo y lactancia. Por ello, es importante establecer la cadencia adecuada que asegure que no se producen cambios en la lactancia como consecuencia del desorden en los ciclos biológicos de la mujer trabajadora.

.La duración de la jornada laboral y el control del ritmo de trabajo (controlar la carga de trabajo de la empleada, asegurar un ritmo de trabajo apropiado y con las pausas necesarias)  son dos aspectos clave a tener en cuenta durante el periodo en el que la mujer da el pecho y por tanto deben evitarse situaciones de sobrecarga de trabajo y estrés.

Evolución de los Accidentes de Trabajo- Primer cuatrimeste 2016

A pesar de la mayor concienciación que existe sobre la prevención de accidentes laborales, la cifra de accidentes de trabajo con baja sigue aumentando. En concreto, durante el periodo enero-abril 2016 los accidentes de trabajo aumentaron un 9% con respecto al año anterior.







De ellos, el 86% ocurrieron durante la jornada laboral  que han aumentado un 9,2% con respecto al mismo periodo del año anterior y el 14% restante in itinere, con un aumento del 7,9%.

Estas cifras se refieren a accidentes laborales con baja.

Con respecto los accidentes sin baja notificados también aumentaron un 5,8%. Teniendo en cuenta que muchos accidentes sin baja no se notifican, es más que probable que la cifra real sea considerablemente superior.

Afortunadamente no todo son datos negativos:

. Los accidentes mortales en términos generales han disminuido un 2,53% respecto al año anterior. No obstante cabe destacar que esta cifra computa accidentes mortales en jornada laboral + in itinere. Si tenemos en cuenta exclusivamente los accidentes in itinere vemos que éstos han aumentado un 25% respecto al mismo periodo del año anterior. 

El un 68,9% de los accidentes laborales con baja afectaron a varones, frente al 31,1% de mujeres.

Respecto al mismo periodo de año anterior en ambos sexos se ha dado un aumento de un 9,3% en varones y del 8,8% en mujeres.


Con respecto a los índices de incidencia según sección de actividad:

Industrias Extractivas, Suministros de aguas/saneamiento y Construcción continúan siendo los tres sectores que lideran el ranking de accidentes laborales con baja.





La mayoría de estos accidentes hubiesen sido fácilmente evitables simplemente con una correcta y exhaustiva implementación de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales, de ahí la importancia de concienciar a empresarios y trabajadores de que el conocimiento de estos riesgos, el saber prevenirlos y cómo actuar en todo momento puede salvar muchas vidas al año y evitar que estas cifras sigan la tendencia creciente que presentan en los últimos años a pesar de los esfuerzos en materia de concienciación de Prevención de Riesgos Laborales.

Los accidentes laborales entre sanitarios han aumentado más de un 20% en los últimos cinco años.

Según datos del Ministerio de Empleo, los accidentes laborales entre empleados que se dedican a actividades sanitarias han aumentado un 23% en los últimos cinco años.


De este modo, los datos han seguido una tendencia ascendente desde el 2011, año en el que se registraron 24.080 accidentes laborales frente a los 29.623 registrados a finales del 2015.


Para este año la tendencia no parece que vaya a cambiar. Durante los cuatro primeros meses del año se han registrado 176 accidentes más que durante el mismo periodo del año anterior.

Por otro lado la gravedad de las bajas registradas también ha ido en aumento y las bajas registradas por accidentes laborales graves han aumentado un 7%.

No todo son malas noticias. Los accidentes mortales se han reducido en más de un 50% y los accidentes laborales sufridos por profesionales sanitarios "in itinere" durante desplazamientos (por ejemplo para las atenciones domiciliarias), han pasado de un 33,4% del total de los accidentes  a un  32% del total en 2015.

En términos generales, del total de accidentes laborales registrados en España, el 6,5% corresponde a empleados en actividades sanitarias. La mayoría de accidentes laborales que sucedieron en centros sanitarios (clínicas, centros de salud o residencias de mayores) tienen su origen en dislocaciones, esguinces y torceduras, así como heridas leves o conmociones cerebrales.