Cardioprotección en el lugar de trabajo


Las paradas cardiorespiratorias son una de las principales causas de mortalidad en España.


Más de 70.000 personas(1) sufren cada año un infarto agudo de miocardio. De ellas, 30.000 mueren por parada cardiorrespiratoria antes de llegar al hospital.



Cardioproteger los espacios  de trabajo es una medida clave para conseguir disminuir esta cifra.  

La implantación de desfibriladores  y el hecho de que pueda atenderse rápidamente al afectado en un periodo de entre 4-5 minutos es de vital importancia. Por cada minuto que se pierde se estima que existe un 10% menos de posibilidades de sobrevivir al episodio. 


En España estamos lejos de las cifras que se barajan en otros países con respecto a la implantación de desfibriladores.  En términos generales, para igualar a otros países europeos, España tendría que multiplicar por cinco el número de desfibriladores (2).

Las diferencias con EEUU aún son mayores. En EEUU, donde hace tiempo que existe una fuerte concienciación con respecto a cardioproteger espacios. Esto hace que el índice de supervivencia sea de un 50% frente al  4% de España.

  • Desfibriladores ¿Dónde y cómo?


Un desfibrilador semi-automático requiere unos conocimientos mínimos de formación pero en general su uso es sencillo. Es importante que en el lugar de trabajo se designe un equipo de personas que conozcan el uso de estos aparatos y las bases de la recuperación cardiopulmonar. 

El Real Decreto 365/2009, de 20 de marzo establecen las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad para el uso de desfibriladores automáticos (DEA)y semiautomáticos externos (DESA) fuera del ámbito sanitario.

Algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de implantar desfibriladores  son: 

.Para su instalación, las entidades públicas o privadas así como los particulares que pretendan instalar un DEA, deben notificarlo a la autoridad sanitaria de la Comunidad Autónoma (CCAA) del lugar o del establecimiento en el que se vaya a disponer.

.Cada  CCAA establecerá el procedimiento de notificación oportuno, de acuerdo con sus competencias.

.Las CCAA establecerán los mecanismos necesarios para autorizar el uso de los DESA/DEA a todas aquellas personas que estén en posesión de los conocimientos mínimos y básicos necesarios para ello.

Los programas de formación, tanto inicial como continuada, para el personal no sanitario, serán organizados tanto por las CCAA como por entidades públicas o privadas debidamente autorizadas para ello.


El programa de formación deberá, al menos, desarrollar los siguientes contenidos:

.Identificación de las situaciones susceptibles de uso de desfibriladores.
.Utilización del desfibrilador semiautomático externo.

La duración del curso  (entre 8-12 horas) depende de la normativa de cada CCAA.

Obligatoriedad  versus Concienciación: 

En determinados espacios, el uso de desfibriladores es obligado (centros deportivos, hoteles, locales de espectáculo, centros de enseñanza,  residencias geriátricas, etc...). Independientemente esta obligatoriedad,  es importante que las empresas consideren esta medida como una más dentro del conjunto de acciones destinadas a prevenir y vigilar la salud de sus trabajadores. 

Cada vez son más las empresas "saludables" que voluntariamente cuentan con desfibriladores como parte de sus acciones de responsabilidad corporativa. El siguiente paso sería incluir la implantación de desfibriladores en la normativa referente a Prevención de Riesgos Laborales. 

De este modo, seguramente aumentaría el número de supervivientes a un episodio de parada cardiorrespiratoria y se estarían salvando muchas más vidas.




(1): Según datos de Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)
(2): Según datos de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC (Sociedad Española de Cardiología).