Parar para tomar un café o un tentempié es una costumbre
habitual en la mayoría de empresas. Una costumbre que, según los datos de un
estudio* realizado entre 1.563 trabajadores, aporta varios beneficios para el
empleado.
El descanso para "el café" aumenta la
productividad, favorece el cambio de postura, estimula la capacidad de
concentración y reduce el estrés. Estas fueron las conclusiones de esta
investigación que determinó que la pausa para el café influye positivamente en
la salud física y mental de los trabajadores.
Además, el café no suele hacerse en solitario. De este modo
la pausa para el café se convierte en un acto social que refuerza el lazo entre
compañeros y como consecuencia de ello repercute en un mejor clima laboral y un
ambiente más colaborativo.
Según este informe, para el 24% de los encuestados la pausa
para el café es considerada una pausa laboral, para un 23% es un momento para
compartir y hablar con compañeros, para un 15% es una dosis de energía y para
la gran mayoría , un 38% es “simplemente necesario para comenzar el día”.
El lugar donde hacer la pausa para el café también influye a
la hora de aportar beneficios para la salud física y mental de los empleados.
Quizás sea este el motivo por el que más de la mitad de los encuestados, un
52%, prefieren hacer esta pausa fuera de la oficina ya que es un ambiente
neutro, más relajado y acogedor y por tanto facilita el hecho de que se traten
temas distintos, se estimule la creatividad y se conozca mejor a los
compañeros.
En cualquier caso, ya sea un café, un vaso de agua o un
zumo, el parar y desconectar unos minutos del trabajo permite relajarse
previniendo así la acumulación de estrés y volver al trabajo con más ganas lo
que acaba repercutiendo en una mayor productividad.