Los trastornos musculoesqueléticos son actualmente la enfermedad profesional más frecuente. Afectan masivamente a todas las categorías profesionales y suponen pérdidas importantes para las empresas y las economías nacionales. Se estima que su coste representa entre un 0,5 % y un 2 % del producto interior bruto (1)
Si tenemos en cuenta los datos para el conjunto de países de la UE un 25% de los trabajadores padecen dolor de espalda y un 22% dolores musculares y suponen más del 45 % de todas las enfermedades profesionales (2 ).
Los TME (trastornos musculoesqueléticos) son el conjunto de alteraciones que afectan a tejidos y articulaciones (músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, sistema circulatorio, nervios y huesos) que derivan en desde pequeñas molestias y dolores hasta cuadros médicos más graves en zonas como la espalda, cuello, hombros y extremidades superiores principalmente, aunque también pueden afectar a las extremidades inferiores. Algunos TME son fácilmente identificables como el de síndrome del túnel carpiano pero otros no están bien definidos y los únicos síntomas para identificarlos son el dolor o la incomodidad en una zona concreta.
La mayor parte de los TME se producen por la exposición repetida a cargas, movimientos repetitivos mal realizados o forzados, malas posturas, trabajar en un entorno con factores que influyen y predisponen al TME (vibraciones, trabajos fríos, iluminación deficiente, trabajo a un ritmo elevado, niveles elevados de ruido que pueden causar tensiones en el cuerpo, etc....), así como por trabajar en una misma posición durante muchas horas (sentado o de pie).
Los factores que inciden en la aparición de los TME difieren en función de la actividad y el sector. De este modo, mientras que en el Sector Construcción la mayoría de casos vienen dados por posturas forzadas, gestos o movimientos repetidos, manipulación de cargas y aplicación de fuerzas importantes, en el sector Transporte son causados principalmente por movimientos repetitivos.
Por contra, en actividades como Actividades financieras, Información y comunicaciones, Actividades profesionales, Actividades inmobiliarias, Administración Pública, etc.. en la que la mayor parte de la jornada laboral transcurre sentados detrás de un ordenador, el sedentarismo y los vicios posturales son los principales causantes de los TME.
Según la última encuesta "Riesgos de trastornos musculoesqueléticos en la población laboral española" del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) el dolor más frecuente es el de espalda, seguido por el de cuello/nuca, hombros, brazos, codos, muñecas, manos o dedos y piernas, rodillas o pies.
Estas molestias que pueden parecer inofensivas en un primer momento suponen un alto riesgo para nuestra salud y para nuestra calidad de vida.
Prevención: La clave para evitar los TME
Los TME se pueden prevenir e incluso evitar simplemente con una correcta evaluación de los riesgos existentes en el lugar de trabajo que dará lugar a una lista de medidas preventivas.
Las medidas de prevención pueden abarcar diferentes ámbitos desde la planificación y organización del trabajo (reducir exigencias físicas, instaurar nuevos métodos de trabajo, establecer tiempos de trabajo y pausas, promover la rotación de los trabajadores, etc..), la formación a los trabajadores o la revisión de equipos de trabajo (herramientas, mobiliario con diseño ergonómico, diseño y compra de equipos etc..), entre otros.
1) Fourth European working conditions survey (Cuarta Encuesta Europea sobre Condiciones de Trabajo); Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, 2005
2) Eurostat: Work and health in the EU: A statistical portrait (Trabajo y salud en la UE: un retrato estadístico); Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, Luxemburgo, 2004