Los profesionales de centros de estética y peluquerías se enfrentan cada día a numerosos riesgos derivados del trabajo: contacto con productos químicos, el uso de aparatos eléctricos, herramientas afiladas o posturas forzadas entre otros, son algunos de los principales focos de riesgo.
De este modo, la lista de riesgos a tener en cuenta en el sector peluquerías es realmente extensa pudiéndose clasificar en las siguientes categorías:
Riesgos químicos:
El uso de determinados productos químicos, expone a los trabajadores a riesgos asociados al contacto y manipulación de estas sustancias. Según el Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo de Estados Unidos, NIOSH, el 30% de los productos utilizados en peluquerías y cosmética están clasificados como tóxicos.
De este modo, la dermatitis ocupacional es uno de los principales riesgos del sector estimándose que afecta al 75% de los empleados. Además de reacciones alérgicas, el contacto con este tipo de sustancias (perióxidos, agua oxigenada, hidróxido de amonio, alcohol etc..) se asocia a problemas de sensibilización alérgica en garganta, pulmones, nariz y ojos, afectaciones sobre el sistema nervioso central, problemas pulmonares así como a una mayor prevalencia a sufrir asma. Algunos estudios también han demostrado una asociación entre el contacto diario con este tipo de sustancias y una mayor prevalencia a padecer algunos tipos de cáncer.
La prevención ante este tipo de riesgos pasa necesariamente por una correcta formación al empleado de forma que éste conozca los riesgos y normas de empleo para cada sustancia y sepa manejar adecuadamente y con las precauciones necesarias (guantes, mascarilla, etc..) cada uno de los productos. Además, no debemos olvidar que las condiciones ambientales deben ser apropiadas para facilitar la ventilación y reducir las posibilidades de inhalación de sustancias químicas.
Riesgos por contacto eléctrico:
El uso de secadores, cepillos térmicos, aparatos faciales, láser, infrarrojos, etc…son un foco de riesgo laboral debido al contacto directo con la tensión. Las lesiones pueden ir desde caídas, quemaduras internas y externas, hasta daños más graves por contacto directo con la tensión como tetanización muscular (se debe a un incontrolable movimiento de los músculos),paro cardíaco, paro respiratorio e incluso muerte por fibrilación ventricular.
Con respecto a la prevención y como primera instancia antes de iniciar las tareas debe verificarse el estado de las instalaciones y los aparatos eléctricos. Es necesario que las instalaciones cuenten con tomas de tierra y aislamiento. Suele ser bastante común que se conecten varios aparatos juntos pero esto es un peligro inminente para las personas que se encuentran en el lugar, debido a la sobrecarga la cual puede generar cortocircuitos.
Riesgos por caídas:
Las condiciones que se dan en el lugar de trabajo (suelos mojados, irregulares, falta de espacio por exceso de muebles o expositores de productos, el uso de escaleras etc..) facilitan que puedan ocurrir caídas que den lugar a torceduras, esguinces, traumatismos, fracturas y en casos extremos la muerte. La prevención en este sentido pasa por aplicar simples medidas como puede ser mantener el suelo seco, usar calzado antideslizante o establecer unas pautas correctas de orden y limpieza que minimicen el riesgo por caída.
Riegos por corte con herramientas: Cortes, pinchazos , heridas....es otro de los clásicos en accidentes laborales del sector. En la mayoría de casos son causadas por las diferentes herramientas de trabajo cuando se hace algún corte y se hace de manera inadecuada, ya sea por usar instrumentos mal afilados, no tener un lugar específico y seguro para guardarlos y darles un uso diferente para el que han sido diseñados.
Este riesgo puede ser minimizado si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones preventivas sobre el uso y mantenimiento de este tipo de herramientas.
Riesgos por incendio:
Está claro que en todos los lugares de trabajo puede tener lugar un incendio, pero en peluquerías y centros de estética es mucho más fácil su aparición y propagación, debido a todos los materiales y sustancias químicas que se encuentran, de ahí la importancia y obligatoriedad de contar con un plan de incendios actualizado periódicamente.
Riesgo por contacto térmico:
El contacto con agua caliente, secadores, planchas, ceras, etc...puede dar lugar a quemaduras de diversos grados. Una vez más, el utilizar ropa y equipos de protección individual apropiados así como utilizar materiales con marcado CE junto con la aplicación de medidas de precaución básicas en el manejo de recipientes con sustancias calientes pueden evitar en gran medida este tipo de lesiones.
Riesgos por carga física:
Movimientos repetitivos, posturas que sobrecargan la musculatura, bipedestación prolongada (estar de pie la mayor parte de la jornada laboral) entre otros, son los principales causantes de que el trabajo en peluquerías y/o centros de estética facilite la aparición de trastornos musculoesqueléticos de diversa índole así como problemas vasculares, varices y callosidades principalmente. Para prevenirlos, además de la utilización de calzado adecuado y medias de compresión para evitar problemas vasculares, el disponer de equipamiento adaptable es una medida clave para la prevención de muchos de estos trastornos, además de formar y concienciar sobre la importancia de realizar estiramientos y ejercicios de relajación periódicamente durante la jornada laboral.
Riesgos psicosociales:
Por último pero no por ello menos importante, los riesgos psicosociales. Los riesgos psicosociales son “aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que se presentan con la capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador» (INSHT). Se trata de situaciones derivadas de la organización de trabajo siendo algunos factores de riesgo: la monotonía, la falta de autonomía, conflictos de roles, conflictos derivados de problemas de comunicación, relaciones interpersonales, volumen de trabajo, trabajo a turnos.
La falta de recursos técnicos y humanos, los ritmos de trabajos elevados, los turnos excesivos, etc.. son los principales puntos débiles del sector.
Desde el punto de vista de la prevención las principales medidas para evitar estos riesgos serían
.Aspectos organizativos: Asegurar una carga de trabajo adecuada que contemple pausas y descanso periódicos para evitar el cansancio físico y mental así como una correcta distribución de turnos de trabajo, etc..
.Establecer canales eficientes de comunicación entre trabajadores
.Fomentar la implicación, motivación y participación de los empleados en la gestión del trabajo a desarrollar.
.Establecer políticas de formación y promoción profesional.
.Fomentar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal
Mujeres embarazadas:
Teniendo en cuenta que el 93% de empleados del sector son mujeres y la alta exposición a riesgos como los de origen químico o por carga física que implica el desarrollo de la profesión, el embarazo es una situación que merece una especial atención sobre todo teniendo en cuenta que varios estudios han comprobado que las mujeres que trabajan en peluquerías o centros de estética, tiene un mayor riesgo de padecer problemas de fertilidad, trastornos menstruales, abortos y efectos adversos en el feto, en relación con otras profesiones.
Situación actual de la PRL en el Sector:
A pesar de que la concienciación sobre la prevención de riesgos laborales en este sector es cada vez mayor, continúan presentándose graves deficiencias en materia de salud laboral.
Según Salvador Tremps, Técnico Superior de Seguridad e Higiene, Ergonomía y Psicología y coordinador técnico de Grupo Geseme, " la formación de personal es un aspecto clave para evitar riesgos. Es una evidencia que el trabajo en peluquerías y conlleva ciertos riesgos para sus trabajadores. La elevada exposición a riesgos químicos y ergonómicos y la falta de recursos técnicos y humanos son los dos puntos débiles del sector. Nos encontramos con un colectivo muy expuesto a riesgos- Aún y así la mejora en los últimos años ha sido significativa. De este modo, la formación, el equipamiento y las instalaciones son elementos clave para completar un buen plan de PRL en peluquería y centros de estética y disminuir los accidentes. Al tratarse de empleos muy concretos con un fuerte componente a nivel de riesgos químicos y riegos por carga física es necesario una especialización por parte de la empresa que vaya a desarrollar el Plan de PRL para poder implantar y garantizar un buen sistema de seguridad laboral".
De este modo, la lista de riesgos a tener en cuenta en el sector peluquerías es realmente extensa pudiéndose clasificar en las siguientes categorías:
Riesgos químicos:
El uso de determinados productos químicos, expone a los trabajadores a riesgos asociados al contacto y manipulación de estas sustancias. Según el Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo de Estados Unidos, NIOSH, el 30% de los productos utilizados en peluquerías y cosmética están clasificados como tóxicos.
De este modo, la dermatitis ocupacional es uno de los principales riesgos del sector estimándose que afecta al 75% de los empleados. Además de reacciones alérgicas, el contacto con este tipo de sustancias (perióxidos, agua oxigenada, hidróxido de amonio, alcohol etc..) se asocia a problemas de sensibilización alérgica en garganta, pulmones, nariz y ojos, afectaciones sobre el sistema nervioso central, problemas pulmonares así como a una mayor prevalencia a sufrir asma. Algunos estudios también han demostrado una asociación entre el contacto diario con este tipo de sustancias y una mayor prevalencia a padecer algunos tipos de cáncer.
La prevención ante este tipo de riesgos pasa necesariamente por una correcta formación al empleado de forma que éste conozca los riesgos y normas de empleo para cada sustancia y sepa manejar adecuadamente y con las precauciones necesarias (guantes, mascarilla, etc..) cada uno de los productos. Además, no debemos olvidar que las condiciones ambientales deben ser apropiadas para facilitar la ventilación y reducir las posibilidades de inhalación de sustancias químicas.
Riesgos por contacto eléctrico:
El uso de secadores, cepillos térmicos, aparatos faciales, láser, infrarrojos, etc…son un foco de riesgo laboral debido al contacto directo con la tensión. Las lesiones pueden ir desde caídas, quemaduras internas y externas, hasta daños más graves por contacto directo con la tensión como tetanización muscular (se debe a un incontrolable movimiento de los músculos),paro cardíaco, paro respiratorio e incluso muerte por fibrilación ventricular.
Con respecto a la prevención y como primera instancia antes de iniciar las tareas debe verificarse el estado de las instalaciones y los aparatos eléctricos. Es necesario que las instalaciones cuenten con tomas de tierra y aislamiento. Suele ser bastante común que se conecten varios aparatos juntos pero esto es un peligro inminente para las personas que se encuentran en el lugar, debido a la sobrecarga la cual puede generar cortocircuitos.
Riesgos por caídas:
Las condiciones que se dan en el lugar de trabajo (suelos mojados, irregulares, falta de espacio por exceso de muebles o expositores de productos, el uso de escaleras etc..) facilitan que puedan ocurrir caídas que den lugar a torceduras, esguinces, traumatismos, fracturas y en casos extremos la muerte. La prevención en este sentido pasa por aplicar simples medidas como puede ser mantener el suelo seco, usar calzado antideslizante o establecer unas pautas correctas de orden y limpieza que minimicen el riesgo por caída.
Riegos por corte con herramientas: Cortes, pinchazos , heridas....es otro de los clásicos en accidentes laborales del sector. En la mayoría de casos son causadas por las diferentes herramientas de trabajo cuando se hace algún corte y se hace de manera inadecuada, ya sea por usar instrumentos mal afilados, no tener un lugar específico y seguro para guardarlos y darles un uso diferente para el que han sido diseñados.
Este riesgo puede ser minimizado si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones preventivas sobre el uso y mantenimiento de este tipo de herramientas.
Riesgos por incendio:
Está claro que en todos los lugares de trabajo puede tener lugar un incendio, pero en peluquerías y centros de estética es mucho más fácil su aparición y propagación, debido a todos los materiales y sustancias químicas que se encuentran, de ahí la importancia y obligatoriedad de contar con un plan de incendios actualizado periódicamente.
Riesgo por contacto térmico:
El contacto con agua caliente, secadores, planchas, ceras, etc...puede dar lugar a quemaduras de diversos grados. Una vez más, el utilizar ropa y equipos de protección individual apropiados así como utilizar materiales con marcado CE junto con la aplicación de medidas de precaución básicas en el manejo de recipientes con sustancias calientes pueden evitar en gran medida este tipo de lesiones.
Riesgos por carga física:
Movimientos repetitivos, posturas que sobrecargan la musculatura, bipedestación prolongada (estar de pie la mayor parte de la jornada laboral) entre otros, son los principales causantes de que el trabajo en peluquerías y/o centros de estética facilite la aparición de trastornos musculoesqueléticos de diversa índole así como problemas vasculares, varices y callosidades principalmente. Para prevenirlos, además de la utilización de calzado adecuado y medias de compresión para evitar problemas vasculares, el disponer de equipamiento adaptable es una medida clave para la prevención de muchos de estos trastornos, además de formar y concienciar sobre la importancia de realizar estiramientos y ejercicios de relajación periódicamente durante la jornada laboral.
Riesgos psicosociales:
Por último pero no por ello menos importante, los riesgos psicosociales. Los riesgos psicosociales son “aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que se presentan con la capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador» (INSHT). Se trata de situaciones derivadas de la organización de trabajo siendo algunos factores de riesgo: la monotonía, la falta de autonomía, conflictos de roles, conflictos derivados de problemas de comunicación, relaciones interpersonales, volumen de trabajo, trabajo a turnos.
La falta de recursos técnicos y humanos, los ritmos de trabajos elevados, los turnos excesivos, etc.. son los principales puntos débiles del sector.
Desde el punto de vista de la prevención las principales medidas para evitar estos riesgos serían
.Aspectos organizativos: Asegurar una carga de trabajo adecuada que contemple pausas y descanso periódicos para evitar el cansancio físico y mental así como una correcta distribución de turnos de trabajo, etc..
.Establecer canales eficientes de comunicación entre trabajadores
.Fomentar la implicación, motivación y participación de los empleados en la gestión del trabajo a desarrollar.
.Establecer políticas de formación y promoción profesional.
.Fomentar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal
Mujeres embarazadas:
Teniendo en cuenta que el 93% de empleados del sector son mujeres y la alta exposición a riesgos como los de origen químico o por carga física que implica el desarrollo de la profesión, el embarazo es una situación que merece una especial atención sobre todo teniendo en cuenta que varios estudios han comprobado que las mujeres que trabajan en peluquerías o centros de estética, tiene un mayor riesgo de padecer problemas de fertilidad, trastornos menstruales, abortos y efectos adversos en el feto, en relación con otras profesiones.
Situación actual de la PRL en el Sector:
A pesar de que la concienciación sobre la prevención de riesgos laborales en este sector es cada vez mayor, continúan presentándose graves deficiencias en materia de salud laboral.
Según Salvador Tremps, Técnico Superior de Seguridad e Higiene, Ergonomía y Psicología y coordinador técnico de Grupo Geseme, " la formación de personal es un aspecto clave para evitar riesgos. Es una evidencia que el trabajo en peluquerías y conlleva ciertos riesgos para sus trabajadores. La elevada exposición a riesgos químicos y ergonómicos y la falta de recursos técnicos y humanos son los dos puntos débiles del sector. Nos encontramos con un colectivo muy expuesto a riesgos- Aún y así la mejora en los últimos años ha sido significativa. De este modo, la formación, el equipamiento y las instalaciones son elementos clave para completar un buen plan de PRL en peluquería y centros de estética y disminuir los accidentes. Al tratarse de empleos muy concretos con un fuerte componente a nivel de riesgos químicos y riegos por carga física es necesario una especialización por parte de la empresa que vaya a desarrollar el Plan de PRL para poder implantar y garantizar un buen sistema de seguridad laboral".